Actuas

miércoles, 3 de octubre de 2012

EL DUEÑO DEL ESPEJO.



Haya era una chica muy solitaria, desde que era niña los demás solían alejarse de ella y la evitaba,  porque creían que era extraña, cuando los años pasaron y tubo que mudarse de  su casa, debido a que le quedaba demasiado lejos de su trabajo, como escritora en la revista de una editorial.

Llego a encontrar un departamento en un barrio antiguo,  que quedaba a unas manzanas de su trabajo, la casa era  antigua, grande y había sido remodelada varias veces, sin embargo a pesar de los esfuerzos de los dueños,  no habían conseguido a una persona que se quedara en el lugar.
Cuando le contó a María su compañera de trabajo, que se mudaría a vivir en esa casa, ella palideció y le comento: Esa  casa a pesar de tenerlo todo, también hay algo por el que la gente que vivió allí solo duro  algunos días, se dice que hay fantasmas. El amigo de mi hermana vivió allí y me conto que hay un fantasma que no lo dejaba dormir, por eso se fue  de esa casa.
-Hay un fantasma….. eso da miedo ..pero es el único lugar que encontré disponible para mí-dijo  Haya con tristeza.
-Eh…bueno tal vez podría ser una imaginación suya ….y sean rumores – sonrió con nerviosismo.
Haya observaba la habitación mientras llevaba sus cosas,  recordaba lo que le había dicho María sobre la casa y el alivio que tenían los dueños al ver, que alguien se interesó en su casa, primero habían mencionado que no era la única que estaría en la casa, pero al pasar los días, se dio cuenta que ella era la única persona en esa enorme casa.
-Creo que  no hay nadie ..estoy  sola – se dijo a misma sentándose en el suelo y reflejándose en ese espejo de marco dorado que la dueña le había pedido que cuidara, antes de marcharse.
-Siempre he estado sola….si no fue por mis padres,  que siempre fueron buenos conmigo- pensó mirando su  reflejo en el espejo este se inclinó un poco y dejo caer un sobre, Haya se acercó abrió el sobre que estaba abierto.
-Una carta….no es bueno leer lo que no me pertenece…tal vez es una carta de un ser querido,… ¿ Cómo se sentirá …. que alguien le escriba a una persona querida…, como será ese sentimiento quisiera… que alguien me escribiera?..- pensó con tristeza- y si la veo solo unos segundos….
Abrió la carta y sin pensarlo la leyó : “Mi hijo era una persona gentil y buena con los demás, aunque no tenía amigos de su edad. Si no los tubo nunca. Tal vez hubiera sido mejor así… y no hubiera pasado lo que sucedió...Me preguntan si estoy segura de eso y si lo aseguro…. el confiaba en quienes creía que eran sus amigos, pero ellos solo fingían serlo… un fin de semana… que siempre solía venir, no vino, lo espere durante dos días enteros…pero al día siguiente, un policía me dijo que lo habían asesinado para robarle dinero… durante años nadie supo quién fue,  pero yo siempre supe que fueron ellos.., aunque nunca me creyeron.
Por qué le quitaron la vida …el solo quería tener amigos…”
-Es una carta muy triste ..de una madre que perdió a su hijo…. creo que es la abuela de la dueña…mmm amigos…yo nunca pude tener amigos verdaderos…por eso siento mucha nostalgia…-se levantó  y guardo la carta detrás del espejo.
-Ese es su lugar mi madre lo puso ahí antes de morir- dijo una voz, ella se asustó, volteo rápidamente resbalo en el suelo y se golpeó la cabeza.
-Por qué se puso todo… tan oscuro…- pensó abriendo los ojos y levantándose – me duele la cabeza…
-Actúas como una niña…asustarse de solo verme- dijo   un hombre de cabello azabache y hermosos ojos negros, de rostro delicado, vestido con un traje negro, sentado en una  silla.
- Que hace aquí… ….como entro… no puede estar aquí señor… este es mi lu…lu gar-  balbuceo con temor mientras se levantaba del suelo.
- Señor …no soy tan viejo…ni tan mayor …disculpa ..no quise asustarte…no soy un demonio  …- sonrió débilmente…-esta era mi casa y la carta que viste era de mi madre.
-   Yo lo siento… pero no deberías estar aquí esta es mi habitación- dijo casi gritando.
-  Pero si tú me llamaste…eres  la única persona que se ha visto en el espejo y ha hablado de soledad…ambos somos iguales…pero con la diferencia de que tu estas viva y yo,  no lo estoy….
- ¿Qué?- musito Haya  y sintió un frio que corrió por sus venas.
- Madre estaba en lo cierto… fueron mis amigos quienes me mataron, me mataron frente a este espejo, uno me golpeo y el otro me asfixio colocando sus manos alrededor de mi cuello – se acercó  al espejo – esas manos que estreche muchas veces…fueron las que me mataron…
- Frio.. siento frio y miedo..- pensó temblando. Miro el espejo y vio que estaba sangrando, mientras que se reflejaba que dos personas, lo mataban, uno lo apuñalo y el otro lo asfixio con las manos.
- Ahora …ya no soy humano…pero permanezco aquí porque cuando desperté ese día decidí quedarme cerca de mi madre que vivió en esta casa hasta sus últimos días.. al igual que vi morir a quienes me mataron, de hecho el que me asfixio murió hace como tres horas… fue una muerte muy dolorosa, no puedo negar que me complació que me viera antes de morir .
- Porque sigues aquí… debes irte… déjame…sola …- dijo alejándose de el – alma perdida vete….ya tengo suficiente con mi vida…
- Tú me llamaste, no me voy a ir …somos casi iguales…hace días estoy a tu lado…la señora que viste antes de entrar en la mañana…
-  Se veía un poco pálida … que sucede con ella? –pregunto Haya.
-  Esta muerta, se suicidó hace 50 años…no eres muy observadora.. su ropa estaba muy pasada de época…- comento con seriedad.
-  Siempre estuve sola y me sentía triste y aliviada pero ahora que es lo que ocurre… es un mal sueño …en esta casa maldecida por el dolor y el sufrimiento…-musito con amargura se metió en su cama y se cubrió tratando de dormir.
- Haya …. Estas evitándome…-dijo sonriendo con tristeza.
A la mañana siguiente todo parecía normal, no había nada, por unos segundos creyó que era un sueño, hasta que vio caminar a varias personas, que desaparecían entre las paredes.
-Tienes que aceptar  lo que ocurre a tu alrededor- dijo apareciendo en la silla.
- Esta bien… si tú lo dices eso hare- dijo Haya- además si me niego…mi situación empeorará- pensó
-  Mi nombre es Erín y solo a ti me he presentado…a nadie más…quiero que seamos amigos- dijo mirándola de cerca.
- Que ..dijiste..?-musito y todos los espectros desaparecieron
- Para permanecer vivo lo único que tengo es el anhelo de tener a alguien igual a mi como amigo… estar solo, recordar la traición, desear la venganza, me permiten destruir todo lo que considero un obstáculo…es por eso que los demás se fueron. Me temían porque habían vivido una vida de luces y esperanzas- dijo acercándose al espejo- a mi hermana menor le gusta este espejo porque le recuerdo lo que solía ser en vida.
Haya le pareció recordar como hubiera sido el en vida, cuando vivía en esa casa. Y sintió mucha tristeza y nostalgia.
- Creí que nunca tendría un amigo – dijo tratando de sonreír como una niña solitaria que le habla a un amigo imaginario, ella comenzó a hablar con él, día tras día cada vez que ella se lo pedía Erín estaría a su lado, para hablar con ella. Sin embargo a medida que pasaban los días, semanas y meses, Haya pensó que  tarde o temprano el desparecería  y estaría más sola que nunca.
- Erín … algún día…tú te iras ¿ verdad?- pregunto con tristeza.
- Si…- respondió con tristeza.
Ella no le volvió a preguntar, hasta que su salud comenzó a decaer, se sentía débil, pero aun así salía a  trabajar a la editorial, para tratar de olvidarlo.
Pasaron los días y Erín no volvió, ni siquiera cuando ella lo llamaba- se fue…Erín se fue…Erín- lo llamo varias acercándose al espejo, cansada de estar de pie se sentó al borde de la cama, mirando la silla, donde varias veces lo había visto- Erín … ahora estoy sola de nuevo…no puedo hablar con nadie…-musito cerrando los ojos- seamos amigos Erín ..seamos amigos nuevamente- cuando volvió a abrir los ojos.
- Haya ¿Por qué te descuidaste tanto?… estas muy enferma…estuve cerca de ti …pero ya no quería acercarme, porque sabría que sufrirías …me aleje de ti creyendo  que te recuperarías – dijo con amabilidad abrazándola por primera vez.
- Erín.. No vuelvas a desaparecer…– musito y pareció escuchar  que el corazón de esa alma, latía.
-… Parece que no podemos separarnos… nuestra amistad lo impide ... no te dejare Haya… - tomo su mano, sintiendo la tibieza de su piel- hace  tiempo… que no me sentía vivo en realidad…solo personas como tu hacen que no exista barrera entre el mundo de los vivos y el de los muertos… no me iré sin ti Haya.
Fue lo último que escucho antes de dormir y despertarse en otro  sitio. Estaba recostada sobre la banca de un parque.
-Haya ven –dijo Erín tomándole de la mano.
María se preocupó al notar que ella no había venido a trabajar, fue a su casa, donde encontró a la dueña, ingresando a la casa. Ella había vuelto porque era el aniversario luctuoso de  su hermano mayor Erin.
Tocaron varias veces la puerta, al ver que Haya no habría, entraron con otra llave, ella permanecía en el lecho. Ambas se espantaron llamaron una ambulancia, los médicos llegaron y dijeron que su corazón había terminado de latir.
Haya murió y el espejo se rompió inesperadamente. Desde ese día ya no hubieron rumores de fantasmas en la casa vieja. El dueño del espejo se había llevado a quien tanto había buscado.

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