1. La maternidad una forma de cubrir la castración.
El psicoanálisis no supone que sea natural que una mujer desee tener un hijo .Considera que no hay instinto maternal. A partir de Freud explica el deseo de un hijo como modo de cubrir la falta de pene. Sosteniendo que el niño entra en la serie de las equivalencias simbólicas determinadas por la ecuación niño= falo, ecuación en la que se distingue el pene tanto órgano de lo que seria la premisa universal, la convicción infantil de que “todos tienen uno” . En la organización genital infantil se constituye una de las posibilidades del desenlace por el que la niña sustituye el deseo de un pene por el deseo de un hijo. Sustitución que da cuenta de una ecuación simbólica mencionada anteriormente. En sus artículos sobre la sexualidad femenina, establece su posición sobre el penisneid y su idea de que el deseo de un hijo viene a suplir la falta de pene, cuya salida normal del complejo de Edipo seria por vía de la maternidad.
Además admite diferencias en la disposición pulsional, que permiten vislumbrar la posterior naturaleza de la mujer, y agrega que la niña pequeña es por regla general menos agresiva y porfiada, se basta menos a sí misma, parece tener más necesidad de que se le demuestre ternura, por eso es más dependiente, dócil y toma la posición de objeto ante la posición de sujeto relacionada con lo masculino.
2. El amor objetal.
En Introducción del narcisismo Freud, postula que, aún para las mujeres narcisistas, las que permanecen frías hacia el hombre, hay un camino que lleva al pleno amor de objeto. En el hijo que dan a luz se les enfrenta una parte de su cuerpo propio como un objeto extraño al que ahora pueden brindar, desde el narcisismo, el pleno amor de objeto. Las mujeres entonces, tenderían a amar narcisísticamente: buscarían ser amadas o bien amar al hijo como extensión de su propio cuerpo y no como objeto diferenciado.
En este sentido, el “verdadero amor objetal” femenino se alcanza así vía maternidad, idea que tiene vastas consecuencias: la gratificación que la madre obtiene por medio del cuidado del hijo, estaría ligada, por un lado, al proceso identificatorio que la madre lleva a cabo con el bebé ( y que muchas veces hace que lo experimente como una prolongación de ella misma), pero también, a la posibilidad de recrear por medio de la relación con el hijo, la propia relación infantil con su madre. Apareciendo esa situación como la condición básica para el ejercicio de la maternidad en las niñas. Esta situación se puede entender como un intento de reedición, desde la adultez, de la relación infantil con la madre, lo cual abre a la posibilidad de pensar a la maternidad, no solamente como un resarcimiento de la envidia fálica, en donde ella se encuentra castrada. Así mismo, en su último trabajo sobre el tema, aclara que la causa más importante de los trastornos sexuales femeninos radica en conflictos tempranos entre madre e hija. La niña frustrada oralmente repite más tarde en su vida sexual estas primeras experiencias traumáticas. Para su inconsciente su vagina puede representar su boca hambrienta y el pene el pecho frustrante; o puede temer que el pene, a través de su vagina, aspire como una boca el interior de su cuerpo.
3. El deseo y la maternidad.
En relación a la maternidad Freud también se plantea la diferencia entre el deseo y necesidad presentando la cuestión en el orden del origen, del nacimiento del deseo: el niño recién nacido , incapaz de solventar por si mismo sus necesidades, depende de tal manera de la función madre que, sin esa función ,moriría .Asegurando así, que la maternidad es un deseo inconsciente que está presente en toda mujer y que ésta va o no a ser asumida y/o ejercida en virtud de su propia historia, de su propia experiencia como hija. Es decir, que el significado psicodinámico de la maternidad representado objetivamente por el embarazo, puede evocar conflictos de necesidades de dependencia, rivalidades con la madre, hermanos o funciones propias como mujer. Todas estas variables contribuyen a la reacción que la mujer tome sobre la experiencia de ser madre.
Así se observa que en la historia de la humanidad, la maternidad siempre ha estado ligada al rol femenino que conlleva a actividades relacionadas con la reproducción y la crianza de los hijos. Desde muy pequeña la niña es preparada y educada para esta función y se le enseña que por medio de ella llegará a realizarse como mujer, reprimiendo parcial o totalmente su libido activa, como lo señala Freud en sus diferentes obras.
Bibliografía
Sigmund FREUD. La organización genital infantil. Ed. Amorrortu. Buenos Aires .1923. Pag 146
Sigmund FREUD. Sobre la sexualidad femenina. . Ed. Amorrortu. Buenos Aires .1931. Pag 232
Sigmund FREUD, Introducción del narcisismo. Tomo XIV. Ed. Amorrortu. Buenos Aires.1914.Pag 86
Lidia ANDINO..Psicoanálisis de la maternidad. Ed. Grupo Cero. Pág. 26
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