Desde la perspectiva freudiana, las fantasías se consideran como encadenamientos de representaciones y objetos imaginarios que generalmente contienen deseos inconscientes. Cuando se someten al inconsciente forman una vía por la cual se organiza la personalidad. En este sentido las fantasías fecundantes, son las que los padres elaboran principalmente durante o antes del embarazo, en la que colocan toda clase de proyecciones y deseos hacia el objeto imaginario y se espera actúen sobre la personalidad.
▪La fantasía del hijo. Las embarazadas imaginan y "crean" todo tipo de fantasías con respecto a lo que a ellas les gusta, desean, creen o estiman que el hijo puede ser, una vez que nazca, en situación ella presenta lo que se llama regresión por el funcionamiento psicológico a niveles primitivos y su carácter elaboratívo se manifiesta a partir de los elementos simples con los que se van constituyendo una serie de fantasías relacionadas con el bebé imaginario.
▪El sexo del hijo. En el deseo de tener una niña, orientan hacia motivaciones como: deseos de prolongación narcisista, factores de belleza y ternura; pero al mismo tiempo asegurar que una hija la acompañe en su vejez, o le ayude en las labores del hogar; tradición familiar y cultural. La madre al tiempo de imaginar que es niño o niña, se reproducen juicios sobre los roles femenino y masculino.
▪Vías de las fantasías. Las vías por las que se expresan o alcanzan a comunicar las fantasías fecundantes maternas, en caso de "implantarse" en los hijos, y establecerse como mandatos inconscientes a cumplir por estos. La evidencia clínica permite reportar las siguientes formas de expresión de fantasías de la madre a su vástago en diferentes planos:
-Verbal. A través de la comunicación verbal la madre trata "colocarle" cierto tipo de fantasías fecundantes al hijo.
-No verbal. Cuando las madres niegan su embarazo y se percatan de este hasta algún tiempo después de la gestación; como una forma de negarle espacio en lo físico y lo mental al producto; finalmente en la fantasía, negar su existencia.
-Actuado. Se deriva, cuando en la fantasía de las madres, persiste la idea de que el advenimiento del nuevo bebé vendría a unir la pareja.
-Desplazado. Se producen por ejemplo, en el caso de que el recién nacido ocupe el lugar en la fantasía de los padres, de una persona desaparecida de la familia.
Bibliografia.
LANGER M.(1983). Maternidad y sexo, Ed. Paidos.Buenos Aires