En una casa gris y vieja de un pueblo
supersticioso, vivía una anciana con siete gatos de diferentes colores, estos
la esperaban cuando salía de casa y la
recibían cuando llegaba detrás de la reja de su pequeño jardín, donde cultivaba
frutas, flores blancas de diferentes
variedades.
Ella era feliz, pero a la gente no le gustaba como
vivía, ni como era ella a pesar de que era amable con todos. Su sobrenombre era
la bruja de los gatos.
Algunos niños del pueblo solían preguntarle si en
realidad era una bruja malvada como decían los demás, ella contestaba con una
amable sonrisa, no soy malvada y les regalaba los dulces que solía hacer.
La gente la miro con más desconfianza cuando mas
personas de diferentes lugares comenzaron a comprar sus dulces y pasteles de su
pequeña tienda. Esto le causo envidia y
odio, al mayor comerciante del pueblo, por eso esparció rumores asegurando que
ella le ponía a sus dulces algo para la gente los siguiera comparando. A pesar
de eso los clientes siguieron comprando
en su tienda.
El comerciante enfurecido, decide causarle daño a
la anciana envenenando a sus gatos, mientras ella salia una tarde.
Al atardecer ella volvió y no escucho el tintineo
que solía escuchar, cuando llegaba
todos los gatos solían venir a
recibirla, camino entre las flores y vio a seis de ellos muertos. La anciana
grito y lloro tanto que los gatos de las casas vecinas comenzaron a llorar. Luego
escucho un tintineo, era el gato mas pequeño que no había salido en
todo el día, por lo tanto no había sido envenenado, lo abrazo y canto una nana
para el, mientras enterraba a los otros entre las flores.
-Duerman mis pequeños… sueñen con el cielo… duerman …que el mal que les
hicieron.. volverá con mal para los demás…
Esa noche el unico hijo del comerciante, enfermo y
al dia siguiente sin que ningún doctor lo explicara falleció. El padre no podía
aguantar el dolor de perder a su hijo y decidió matar a la anciana, por que
creía que ella había matado a su hijo de ojos verdes.
Cuando entro en la tienda de la anciana rompió todo
lo que pudo ante la mirada de todos, se
dispuso a atacarla, de pronto un pequeño
gato de ojos verdes como los de su hijo, salto
frente a el y lo miro fijamente, el creyó ver a su hijo en esos ojos,
por eso salió corriendo, hasta llegar a su casa donde se encerró, para no salir
mas de su habitación por que según el escuchaba el tintineo de una campana cada
vez que intentaba salir. No durmió durante varios días, el tintineo lo
molestaba cada vez más. Su esposa al darse cuenta que su esposo, había enloquecido,
lo interno en un sanatorio.
Los días pasaron,
todo volvió a la normalidad, para la anciana. Recogió algunos gatos de las calles, los curo, les dio de comer y
ellos permanecieron a su lado. Pero siempre al atardecer el gato de ojos verdes
venia a dormir en su regazo.
-Duerme pequeño duerme….-le decía con una sonrisa-
un hombre loco se asusto de ti… recuerda mi pequeño que el mal siempre vuelve
con mal… tu y mis demás pequeños siempre estarán a salvo.. yo la bruja de los
gatos los protegeré mientras tenga vida… si….mi pequeño de ojos verdes….
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